Ser útil
Be useful
Muchas veces se me olvida que para dibujar no tiene que haber una idea o un motivo detrás. Como siempre lo hago por trabajo, me bloqueo cuando sólo es por diversión.
He decidido dar pequeños pasos para ir cambiando cómo me siento al respecto y que no me dé tanta fobia dibujar sin más pretensión.
Mi primera idea ha sido desempolvar los materiales de dibujo que he ido acumulando a lo largo de los años y no he usado. Me dan mucha pena porque la idea al comprarlos no era que se quedarán en una caja.
He empezado por los que, a mi parecer, me parecen más difíciles de usar. Los llaman pasteles al óleo (cray-pas), de la marca Sakura. Aunque que por escrito parece algo muy fancy en realidad me recuerdan a las ceras Manley de toda la vida pero en unas cajitas bien monas.
Lo de difícil lo digo porque hace años y años que no uso ceras, quizás era una niña la última vez que cogí una. Cuesta hacer detalles pequeñitos y que los colores se mezclen bien. De cierta manera esa dificultad de tener que empezar de cero, me ha hecho disfrutar del proceso de aprender algo y cometer errores sin miedo.
Otra cosa que empecé a usar es Obsidian. Básicamente es una herramienta para ordenar mis pensamientos, proyectos, ideas, etc. La gracia que tiene es que los archivos que vas generando se guardan en blocs de notas en tu ordenador y no en una nube, donde corren el riesgo de perderse.
La descubrí buscando información sobre el "digital gardening" que son lugares donde guardar tus notas, lo que te interesa, creando una especie de enciclopedia personal.
Aún tengo que aprender mucho cómo usarlo pero lo poquito que sé me está ayudando a tener más claro para dónde quiero ir.
To the Wonder
Volviendo a darle una oportunidad a los dramas chinos, acabé uno precioso titulado To the Wonder. Es una adaptación del libro de la escritora Li Juan "My Altay”. En él cuenta sus propias experiencias en ese territorio impresionante donde conviven diferentes grupos étnicos.
En la serie, la protagonista, que vive una vida miserable en la ciudad y sin llegar a arrancar su carrera de escritora, se ve obligada, después de que la despidan, a volver a un pueblecito de Altay. Ahí se reúne con su madre, con la que choca por estilos de vida totalmente diferentes. También conocerá a un chico, con su propio drama existencial, que forma parte de una familia kazaja nómada.
Junto a la protagonista, vas descubriendo la belleza de ese lugar, con unos paisajes impresionantes y otro tipo de vida, que no es que sea más fácil que el de la ciudad pero que sí que hace que se replantee qué es lo importante para ella.
Hay una conversación que me gusto entre madre y hija donde ésta le pregunta a su madre "¿Aunque sea torpe soy útil, no?" La madre le responde "Qué quieres decir con ser útil?¿Te di la vida para servir a otros? Mira los árboles y la hierva del campo, los llaman útiles si la gente los come y los usa".
No todo tiene que tener un propósito y servir para algo.
I often forget that to draw, there doesn't have to be an idea or a motive behind it. As I always do it for work, I get blocked when it's just for fun.
I have decided to take small steps to change the way I feel about it and not to be so phobic about drawing without any other pretension.
My first idea has been to dust off the drawing materials that I have been accumulating over the years and have not used. I feel very sorry for them because the idea when I bought them was not to keep them in a box.
I have started with the ones that, in my opinion, I find the most challenging to use. They are called oil pastels (cray-pas), from the Sakura brand. Although they look very fancy on paper, they actually remind me of the Manley crayons but in cute little boxes.
I say “difficult” because I haven't used these kind of crayons for years and years, maybe I was a child the last time I picked one up. It's hard to make small details and to make the colors blend well. In a way that difficulty of having to start from scratch, has made me enjoy the process of learning something and making mistakes without fear.
Another thing I started using is Obsidian. It's basically a tool to organize my thoughts, projects, ideas, etc. The funny thing about it is that the files you generate are saved in notepads on your computer and not in a cloud, where they run the risk of getting lost.
I discovered it looking for information about “digital gardening” which are places where you can save your notes, what interests you, creating a kind of personal encyclopedia.
I still have to learn a lot about how to use it but the little I know is helping me to be clearer about where I want to go.
To the Wonder
Giving C-Dramas a chance again, I finished a beautiful one titled To the Wonder. It is an adaptation of writer Li Juan's book “My Altay” where she recounts her own experiences in that impressive territory where different ethnic groups coexist.
In the series, the main character, who lives a miserable life in the city and never gets her writing career off the ground, is forced, after being fired, to return to a small town in Altay. There she is reunited with her mother, with whom she clashes due to totally different lifestyles. She also meets a boy, with his own existential drama, who is part of a nomadic Kazakh family.
Along with the protagonist, you discover the beauty of that place, with breathtaking landscapes and another kind of life, not that it is easier than in the city, but it does make her rethink what is important to her.
There is a conversation I liked between mother and daughter where the daughter asks her mother “Even though I am clumsy I am useful, right?” The mother replies “What do you mean by being useful? Did I give you life to serve others? Look at the trees and the grass in the grasslands, they are called useful if people eat them and use them”.
Not everything has to have a purpose and serve a goal.
Hermosa reflexión!